Ni quiero, ni puedo, ni voy a dejar letras en el tintero.
El día se cargó de lágrimas y se ensañó en noticias tristes... y aun así me tiene aquí el dulce recuerdo de tu boca.
Por días enteros viví redibujando en mi memoria el dulce trazo de tu sonrisa; y así impere el silencio, y se anteponga la distancia, hoy le canto a esa boca que me ragaló alegría.
Vayan a tu boca los ecos de Juan Luis Guerra:
Y qué importa si en mis sueños no te encuentro este amor que llevo dentro no se tiñe, no se borra
Y qué importa
que ahora viva en tu cintura
como ola sin espuma
recorro el mar de tu cuerpo
Y qué importa
si al final lo ocupas todo
y me entrego a tu simiente
y te entregas como siempre
De tu boca dame más que se me agota tu recuerdo el último intento de vivir en un solo cuerpo
De tu boca donde emigra mi ternura donde apago el sol de mi hoguera y en la sombra un beso me quema
Y qué importa
que la noche vista a oscuras
si tu rostro en vez de luna
mi cuarto menguante alimenta
Y qué importa
que la brisa se desnude
si tu amor sopla de golpe
y me arrastra en una nube
Y qué importa
si al final lo ocupas todo
y me entrego a tu simiente
y te entregas como siempre
De tu boca
dame más que se me agota
tu recuerdo el último intento
de vivir en un solo cuerpo
donde emigra mi ternura
donde apago el sol de mi hoguera
y en la sombra un beso me quema