"He aquí que el silencio fue integrado por el total de la palabra humana, y no hablar es morir entre los seres: se hace lenguaje hasta la cabellera, habla la boca sin mover los labios, los ojos de repente son palabras... Yo tomo la palabra y la recorro como si fuera sólo forma humana, me embelesan sus líneas y navego en cada resonancia del idioma..."
-Pablo Neruda


domingo, 26 de abril de 2009

De mi silencio

Hotel Lausana, Tijuana BC, México
Uno de esos refugios que envolvieron mi silencio

Enemigo siempre de ese silencio perverso que se vuelve complice de acallar las voces que gritan por esos dolores que la medicina no cura, debí envolverme en ese otro silencio, del que me se amigo: aquel que no se traduce en acallar, sino en escuchar.

Tiempos en los que debí escuchar, primero, tres voces: la recomendación del médico, el reclamo del cuerpo y la invitación de un buen amigo... y después lanzarme a escuchar esa otra voz que necesitaba oir.

No busque predicadores, consejeros o maestros... no leí libros ni atendí seminarios... no charlé -desde el café y hasta el amanecer- con amigos interesantes... ni corrí en busca de la voz de esa mujer. No visité museos y mi televisión se mantuvo apagada, lo mismo que mis teléfonos.

Me encaminé solo, y solo entre los rincones de mi alma donde me sumergí -como lo hacía por las tardes en aquella piscina o en ese mar que acompañaba mi horizonte- y pude re encontrarme con esa voz que surge del universo que esta en uno, que irónicamente emerge al sumergirse en sí mismo.

Ya estoy listo... mañana saldré a la calle... tengo mucho por hacer.

7 comentarios:

LC dijo...

¡Qué alegría saber que te encuentras bien!!
Me ha gustado tu escrito el día de hoy.
Un cálido abrazo y un beso mi querido amigo!!

live dijo...

bienvenido de nuevo,al silencio de la voz,y al grito de esperanza,mil abrazos de ternura para ti

Salvia dijo...

Seguro que saliste reforzado de ese silencio consentido contigo.
También yo necesito con frecuencia unas pocas horas para ver dentro y luego renacer de mi misma.
Ya me tardaba saber de ti. Ahora me voy compartiendo contigo unos minutos de ruido.
Mil besos y abrazos.

Anónimo dijo...

El silencio y la distancia siempre ayuda, fortalece el alma, el día a día...

Quien mucho tiene por hacer, mucho tiene por vivir, mucha suerte!

Anónimo dijo...

Me gustaria tanto poder escucharte...

MAG dijo...

¿En Tijuana?, por eso te sentía tan cerca

somos varios los que buscamos alejarnos del mundo, que lo detengan y bajarnos unos momentos

Bienvenido de regreso

Besos

momo dijo...

es del único modo , que uno puede encontrarse amigo, es del único modo que los demás pueden hacerlo también.
Vuelves del modo que me gusta verte.
un abrazo enorme