Qué agradable fué reir a tu lado, y dejar que las memorias se agruparan en nuestra charla.
Musica instrumental. Comida italiana y vino; postre para tí y un café para mí... y ese humo de tus cigarros.
Reimos y lloramos. Nos abrazamos y nos sonreimos. Y entre emociones, canciones y letras te hablé de ella, que, sin estar aquí, su presencia sigue llenandolo todo... y tu me hablaste de él, que sin valorarte se lanzó a brazos de quien solo le regaló mentiras.
Fuimos grandes amigos... ¿verdad? Al menos hasta que aquellas sábanas en aquel hotel extraviaran nuestra amistad y nos empujaran a relacionarnos de otra forma... distanciando nuestras almas.
Qué agradable fué reir a tu lado, y dejar que las memorias se agruparan en nuestra charla.
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