Y tras el silencio que se requiere ante la muerte, aplaudo la memoria de dos seres que ayer perdí, momentaneamente, al adelantárseme en este caminar llamado vida.
Maggie.
Una mujer de voz increible, cuyas canciones siempre salieron con pasión y perfección, se despidió de nuestra vida siendo acompañada de ese mal de muchos, el terrible diabetes, despues de muchos años de luchar contra todo lo que esa condición causa. Me deja innumerables recuerdos.
Un abrazo enorme a Silvestre, el esposo; Melissa (mi cantante favorita), la recién casada hija mayor, y Bibi, la hija menor. ¡Gracias Maggie! Tu voz la llevo siempre en ese CD que cargo conmigo. ¡Gracias Maggie! ¿Cuantas veces comí de tu cocina? ¿cuantas veces les acompañe en su sala? ¿Cuantas carnes asadas? ¿Cuantas tortillas de harina? ¿Cuantas veces me regalaron un trato inmerecido? Muchas gracias. Desde aquí beso tu recuerdo.
Keren.
18 años, y enfrentaste la leucemia con grandeza. Jamás bajaste la guardia... jamás cuestionaste a la vida... y en ello debí aprenderte mucho, como le aprendí a tu madre su gallardía para luchar sin tregua hasta dar el todo por tí, que es como siempre te ha amado. Aprendí de tu padre a mantener la fé y la sonrisa pese a cada momento trágico. Abrazos fuertes a Monica y Joe. Amigos, estoy con ambos. Keren, hoy ya no estás aquí... y lloro tu ausencia... y lloro el dolor de tu familia. Gracias por la huella que dejaste en mi memoria... tu sonrisa limpia se quedará grabada en mí hasta volverte a ver.
Maggie.
Una mujer de voz increible, cuyas canciones siempre salieron con pasión y perfección, se despidió de nuestra vida siendo acompañada de ese mal de muchos, el terrible diabetes, despues de muchos años de luchar contra todo lo que esa condición causa. Me deja innumerables recuerdos.
Un abrazo enorme a Silvestre, el esposo; Melissa (mi cantante favorita), la recién casada hija mayor, y Bibi, la hija menor. ¡Gracias Maggie! Tu voz la llevo siempre en ese CD que cargo conmigo. ¡Gracias Maggie! ¿Cuantas veces comí de tu cocina? ¿cuantas veces les acompañe en su sala? ¿Cuantas carnes asadas? ¿Cuantas tortillas de harina? ¿Cuantas veces me regalaron un trato inmerecido? Muchas gracias. Desde aquí beso tu recuerdo.
Keren.
18 años, y enfrentaste la leucemia con grandeza. Jamás bajaste la guardia... jamás cuestionaste a la vida... y en ello debí aprenderte mucho, como le aprendí a tu madre su gallardía para luchar sin tregua hasta dar el todo por tí, que es como siempre te ha amado. Aprendí de tu padre a mantener la fé y la sonrisa pese a cada momento trágico. Abrazos fuertes a Monica y Joe. Amigos, estoy con ambos. Keren, hoy ya no estás aquí... y lloro tu ausencia... y lloro el dolor de tu familia. Gracias por la huella que dejaste en mi memoria... tu sonrisa limpia se quedará grabada en mí hasta volverte a ver.
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