A MARTIN.

Pese a que el pronóstico, después de perder a dos personas cercanas en días recientes, parecía no poder ser peor, hoy llega otra noticia que lastima.

Sangra mi alma solo de transcribir esos momentos.

-"Me hablaron de la Federal de Caminos; Martín tuvo un accidente, y parece que murió"

Instintivamente solté un grito:

-"¡No me digas eso!"

y se hizo un silencio que parecía congelar los tiempos. No podía cordinar palabras ni organizar los pensamientos... hasta que una nueva frase salió de mi voz entrecortada:

-"pero... hace apenas unos días que charlamos por teléfono. Me invitó a pasar unos días en casa de el y Rosa"(su amada mujer).

... y los sollozos entrecortaron mi debil balbuceo.

No Martín, no te olvidaré; como tampoco he de olvidar tu sonrisa eterna ni tu gran pasión por llevar ayuda a las comunidades de la "Baja Sur" (Areas socialmente marginadas en el estado mexicano de Baja California Sur).

No he de olvidar las tantas veces que tu carro cargába grandes cantidades de alimentos, ropa y medicina, ni el recuerdo de que tú, entre sonrisas, lo conducias emocionado hasta llegar con la "ayuda" a aquellos alejados lugares.

No Martín. No olvidaré a Jobita, tu mamá que siempre me adoptó con un hondo e inmerecido cariño, o a tu hermano Carlos que se convirtió a la postre en un excelente amigo.

No olvidaré tampoco el amor que siempre profesaste por tu mujer, y el buen ejemplo que siempre diste a tus hijos.

Siempre te admiré. Lo sabes. Lo dije siempre. No solo hoy que te has ido.

Hoy me conmuevo hasta la lagrima que acompaña mi sonrisa: aquella tierra a la que tanto diste fué la que te condujo a la otra vida.

Hasta luego mi gran amigo.