En una de esas tardes
sin más pintura que la de mis ojos,
te desnudé,
y el viaje de mis manos y mis labios
llenó todo tu cuerpo de rocío.
Aquel mundo amanecido por la tarde,
con tantos episodios sin historias,
fué silenciosamente abanderado
y seguido por pueblos de ansiedades.
Entre tu ombligo y sus alrededores
sonreían los ojos de mis labios
y tu cadera,
esfera en dos mitades,
alegró los momentos de agonía
en que mi vida huyó para tu vida.
Estamos tan presentes,
que el pasado no cuenta sin ser visto.
No somos lo escondido;
en el torrente de la vida estamos.
Tu cuerpo es lo desnudo que hay en mí
toda el agua que va rumbo a tus cántaros.
Tu nombre, tu alegría…
Nadie lo sabe;
ni tú misma a solas.
1 comentario:
"No somos lo escondido; en el torrente de la vida estamos".
...y ese mismo torrente es testigo de la UNION tan fuerte de nuestras almas, las que no saben estar la UNA sin la OTRA...
...no somos, ni seremos JAMAS lo escondido...porque a pesar del tiempo y la distancia SEGUIMOS UNIDOS por lo que quizás poca gente entienda...pero que para NOSOTROS es muy COMUN...
BONITO DIA!!!!
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